Te cuesta organizarte, sentís que todo te sobrepasa y que no llegás a nada. A veces querés parar el mundo. Esto puede estar relacionado con el estrés, la ansiedad o la sobrecarga emocional.
Antes disfrutabas cosas simples como salir, estar con alguien o ver una serie. Hoy no te generan nada. A veces sentís que todo es igual. Este malestar emocional tiene tratamiento.
Hay una sensación de vacío, ganas de llorar, o simplemente un desgano que no sabés de dónde viene. La tristeza es una emoción válida, y podés trabajarla con acompañamiento profesional.